Un apartado artístico de mucha calidad y una ambientación interesante bien hilada con la mecánica roguelike. A partir de aquí todo es puro tedio :(

Al principio parece que el juego va a ser muy interesante, te vas familiarizando con las variadas mecánicas y haces un primer run que probablemente no dure mucho. Cuando vas rejugándolo la pereza va creciendo. Tiene demasiadas mecánicas y submecánicas que ni están hiladas ni son divertidas:
- El combate no es malo al principio y las animaciones en él son muy llamativas. A las dos horas de partida ya estás haciendo peleas de 5 contra 6 en la que no sabes por donde empezar. La interfaz no es nada limpia y a veces hay tantas unidades en la pantalla que no eres capaz ni de clicar en la que quieres.

- El inventario también acaba abrumando. Tienes que muchos elementos para tomar pocas decisiones de calidad.

- El mapa no aporta apenas nada. Es un pierde-tiempo total que, por lo menos, es bonito.

- Los campamentos... Acabas con 30 cartas de las que puedes jugar solo 3 o 4.

En definitiva. Se les ha ido la mano las mecánicas. En vez de trabajar 2 o 3 sistemas con calidad e interés, el juego te escupe a la cara todo lo que han podido añadir. El resultado es un juego muy bonito en el que la mayor dificultad es superar la parálisis de decisión y la pereza absoluta de enfrentarse por enésima vez a lo mismo.