Ahh... Futanari di Funghi...
¿Por dónde siquiera empezar a describir esta obra? Es extremadamente difícil explicar toda la complejidad de esta pieza de culto. Es el mayor ejemplo de que los videojuegos son otra forma de arte, otra forma de expresar la esencia humana en su estado más puro.
Este es uno de aquellos juegos que instalas siendo alguien y lo cierras siendo otro. Su historia que, si bien es simple, te cautiva y te lleva a un mundo de emociones y reflexiones. Su jugabilidad que a comienzos puede parecer tosca e incomoda, al poco tiempo se vuelve una mecánica esplendida y entretenida. Su apartado artístico con un estilo único y bello...
Puedo decir con una mano en el corazón y la otra en mi miembro, que jamás jugué ni jugaré a otro videojuego igual de significativo que este. Ni siquiera la genialidad que fue RDR2 se le compara a tan magna obra videojueguil como lo es Futanari di Funghi... y la paja también estuvo buena.